En honor a San Antonio de Padua, una figura venerada por su devoción a los más pobres, se celebra la Fiesta de San Antonio el 13 de junio. Esta festividad está marcada por la realización de procesiones, misas y oraciones. Durante este día, la comunidad se reúne para pedir por el bienestar colectivo, y la celebración incluye actividades religiosas y culturales que reflejan la diversidad de la región.
La Virgen del Carmen es una figura de gran devoción en la comuna, especialmente entre las comunidades que viven cerca del río. Esta fiesta, celebrada el 16 de julio, honra a la Virgen del Carmen, patrona de los conductores y protectora de las familias. Es una festividad en la que se mezclan lo religioso y lo cultural, ya que se realizan misas, procesiones y danzas tradicionales, como la bomba y marimba, fusionando las tradiciones católicas con las costumbres ancestrales. Además, la música juega un papel importante, siendo un medio para que los habitantes celebren en comunidad y mantengan vivas sus raíces culturales.
La Virgen del Cisne es una figura venerada en gran parte de Ecuador, y en la comuna Río Santiago Cayapas no es la excepción. Su festividad, celebrada entre el 31 de agosto y el 1 de septiembre, está marcada por celebraciones religiosas, procesiones y actividades culturales. La música y la danza tradicional acompañan este homenaje a la Virgen, generando una atmósfera de unidad y devoción.
San Martín de Porres, el santo conocido por su humildad y servicio hacia los demás, es otro de los personajes centrales en la religiosidad local. Su fiesta, celebrada el 11 de noviembre, se celebra con fervor en la comuna. Las actividades incluyen misas, danzas tradicionales y otras celebraciones que son una manifestación de la fe y la identidad de la comunidad.
La Virgen de las Lajas, otro de los símbolos religiosos importantes de la región, tiene su festividad el 2 de septiembre. Durante este día, se realizan procesiones, misas y otras actividades religiosas en su honor. La combinación de la devoción católica y las costumbres autóctonas y afrodescendientes se manifiestan en una jornada llena de oración, música y danza, uniendo a las comunidades en torno a la fe.
Uno de los momentos más emotivos en la comuna es la celebración de Navidad, en especial el Velorio del Divino Niño. La noche del 24 de diciembre, la comunidad realiza el arrullo al Divino Niño, una tradición que involucra rezos y cantos en honor al Niño Jesús. El 25 de diciembre, tras el velorio, los miembros de la comunidad acompañan al difunto al cementerio, en una procesión solemne, mostrando un profundo respeto hacia los fallecidos. Este ritual también es una oportunidad para unirse como comunidad, reafirmando la importancia de la solidaridad y el apoyo mutuo.
El 28 de diciembre, el Día de los Santos Inocentes, se celebra de manera alegre y jocosa, con bromas y travesuras, en una especie de contrapunto festivo que permite a la comunidad liberar tensiones y disfrutar de la vida. Aunque no tiene una carga religiosa tan fuerte, es un evento social de gran importancia, donde la comunidad se reúne para reír, compartir y fortalecer los lazos entre sus miembros.
Las comunidades de la región también celebran las festividades agrícolas, las cuales están vinculadas a los ciclos de siembra y cosecha. Estas celebraciones tienen como propósito agradecer a la Madre Tierra por los frutos obtenidos y pedir por una buena temporada. Las ceremonias incluyen cantos, bailes y rituales realizados en los campos o cerca del río, que son el corazón de la vida en la comuna.
El Carnaval es otra festividad importante, especialmente en las comunidades que buscan expresar su alegría y vitalidad. Durante estos días, las personas se disfrazan, realizan desfiles y participan en juegos y danzas, donde la marimba y la bomba son las músicas predominantes. Este es un momento de esparcimiento y diversión, pero también de reafirmación de las tradiciones culturales que definen a las comunidades.
Por. Darwin Valencia.
Una de las leyendas más conocidas y populares en la Comuna Río Santiago Cayapas es la del duende, un ser mitológico que forma parte del imaginario colectivo local. Esta leyenda, transmitida de generación en generación por los guías nativos y los habitantes de la zona, relata la historia de un duende travieso que habita en los bosques y selvas cercanas al río. Según los relatos, el duende es un ser pequeño, de rostro oculto, que se oculta en la oscuridad y juega con aquellos que se adentran en el bosque sin respeto. De acuerdo con los guías locales, estas leyendas se transmiten de manera oral, uniendo generaciones con historias cargadas de misterio y magia.
Como la de la Tunda, un ser mitológico que atrae a los incautos hacia el río, y el Riviel, una figura mítica propia del folclore afroesmeraldeño. Cada comunidad a lo largo del río Cayapas tiene sus propias historias que se cuentan a los viajeros, quienes escuchan atentos mientras navegan por las aguas serenas. Los guías nativos, como Carlos Añapa, han aprendido a navegar no solo el río, sino también las historias que cada curva y corriente guardan. Para ellos, el río es un ser vivo que resguarda la memoria y las leyendas de sus ancestros, y su función como narrador de historias es vital para preservar el legado cultural. Estas leyendas, junto con la música tradicional y las danzas como la marimba y la bomba, son elementos clave para mantener vivas las tradiciones. El río Cayapas no es solo un medio de transporte, sino un espacio lleno de magia y leyenda, donde cada comunidad tiene su alma y sus historias que compartir.
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